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martes, 30 de septiembre de 2014

¡ESTAMOS DE ANIVERSARIO!

Un año. Hoy hace un año que inauguré este espacio en el que me prometía a mí misma y a todos los que quisieran escucharme que este blog iba a ir dedicado a un solo ingrediente: el mejillón. Hoy, 57 entradas después, puedo decir que lo he conseguido, sigo fiel a mi idea inicial y todavía me quedan muchos platos más para reafirmarme. No ha sido fácil, el trabajo de un blogger (vosotros los sabéis mejor que nadie) es duro. Hay que sacar tiempo de donde sea para pensar, elaborar, redactar, fotografiar, editar y publicar una entrada. Pero estoy feliz, he conocido a verdaderos artistas que tienen más que blogs museos del buenhacer. Quiero hacer especial mención a Gastro Andalusi y a Postres Originales, pues gracias a sus retos (Asaltablogs y Reto Color y Sabor) no solo he conocido muchos más espacios gastronómicos sino que además reto tras reto me obligaban a reinventarme y estrujarme la cabeza para conseguir que todos los platos llevasen como ingrediente a mis apreciados mejillones.
En este tiempo os he ofrecido platos propios, homenajes a gente importante para mí, o menús para ocasiones especiales. ¿Hacemos un repaso por algunos de ellos?

Algunas recetas llevan conmigo mucho tiempo. Son platos cocinados a menudo en mi casa y que siempre triunfan. Es el caso de los mejillones en escabeche: Que no os engañe esa lata de porcelana ¿eh? Son 100% caseros!

 

 La empanada de mejillón con chorizo también es uno de los platos triunfadores. ¿Será el mejillón?¿Será el chorizo?¿O esa masa? El conjunto es inmejorable, sin duda.

 

¿Por qué no una ensalada de garbanzos con mejillones y pulpo? No es necesario hacer siempre los garbanzos en potajes y platos consistentes. Una rica ensalada también puede llevarlos como ingrediente estrella. Eso sí, sin olvidarse de nuestros anaranjados amigos.



Otras son recetas novedosas, que nunca había preparado pero que en cuanto las probé supe que no sería la única vez que las cocinaría.

Gracias al ya mencionado reto Color y Sabor hice, entre otras recetas, estos deliciosos suflés de calabacín con mejillón y jamón. El desafío fue importante, pero finalmente el jamón y el mejillón combinaron genial!


Gracias a otro reto, en esta ocasión el Asaltablogs, elegí este Pan de vino tinto. Era la primera vez que hacía pan pero ahora ya he perdido la cuenta del número de veces que lo he elaborado. No me digáis que ese color no os dice: ¡Cómeme! Eso sí, como acompañamiento que no falten unos buenos mejillones al vapor.


En otra ocasión, lejos de retos y concursos, me decanté por unos mejillones rebozados con salsa agridulce, un plato delicioso con un pequeño problema: estaban tan ricos los mejillones y la salsa que casi me quedo sin foto final!


También hubo momentos llenos de emoción, homenajes a personas importantes,a gente con verdadero amor por la cocina.
Las croquetas de mejillones de mi madre fueron uno de estos homenajes. La persona que me enseñó a amar la cocina se merecía un hueco en este espacio y sus croquetas de mejillón eran la excusa perfecta.


El primero reto que hice coincidió con un sentido homenaje a Carolina Méndez, No coincidimos en el mundo blogero pero enseguida me apunté. Una sopa de mariscos fue mi personal granito de arena para homenajearla. El cariño demostrado por el resto de blogs me hizo saber el cariño que la gente le tenía.


Navidad, Fin de Año, Halloween, San Valentín... hice diversos menús especiales con motivo de distintas celebraciones. Me gustaría resaltar este de Fin de año 2013 en el que os mostraba un buffet realizado con mejillón.



Gracias por este año, por todo lo aprendido, por los comentarios, el apoyo... Espero seguir sumando años y espero seguir contando con vuestra presencia!

domingo, 4 de mayo de 2014

CROQUETAS DE MEJILLÓN DE MAMÁ

Existen mil frases, mil conjeturas que finalizan la frase de "hacerse mayor es...". Yo tengo la mía. Hacerse mayor es decubrir todo lo que tu madre ha hecho por ti. Al menos, para mí.
Ese cariño, esa unión que tienes durante la infancia con tu madre, convertido a veces en un odio profundo por pequeñas memeces, se transforma en la adolescencia para impedirte ver más allá de castigos, de reglas impuestas y rebeldía. Pero pasados esos años, un día y sin saber porqué te descubres hablando con tu madre y preguntándote a ti misma ¿qué sería de mí sin ella? Y solo hay una respuesta: Nada. 
Porque tu madre es un ser humano, eso dicen. Y por eso tiene errores, como todos. Pero en ocasiones también parece llegada de otro planeta. Sus 24 horas del día se desdoblan para poder hacer todo lo que tiene que hacer. Sus horarios no son los de oficina, hace guardias 365 días al año y diagnósticos sin necesitar cita ni sala de espera. Conoce todos los remedios para la gripe, el cansancio o las patas de gallo. Y si no funcionan, siempre habrá otros. 
Mi madre no tiene ninguna carrera universitaria pero las podría tener todas. Tiene la sabiduría que le ha dado la vida, sus tres hijas y las dificultades que le ha ido poniendo el camino. Sin embargo, le ha tocado la empresa más difícil de realizar: ser madre. No existen estudios para ello, tampoco directrices. Solo dejarse llevar confiando que es lo mejor. Por eso le estoy tan agradecida, porque sin saber cómo actuar a veces, ha sacado la máxima aspiración que se puede desear en esta labor: ser un ejemplo para mí. Que yo esté orgullosa de ella. 
Suelo presumir de madre, por mil razones: su apoyo incondicional, sus consejos, su preocupación, su... pero si hay algo que la caracteriza y por la que es conocida en mis círculos sociales es por su cocina. Desde la empanada a la pizza, los guisos más tradicionales o la cocina oriental. No conoce límites. Podría hacer otro blog solo dedicado a sus platos pero hoy, os ofrezco unas croquetas de mejillón para disfrutar al lado de los vuestros y un consejo: no os olvidéis de abrazar hoy a vuestra madre. Y si estáis lejos, de hacer una llamada. 
Porque madre no hay más que una y la de cada uno, es la mejor del mundo.




Ingredientes:
500 gr de mejillones
Una cebolla mediana
200 ml de leche
200 ml de agua de cocción
100 ml de nata líquida
30 ml de aceite de oliva
Una cucharada grande de harina de trigo
Una nuez de mantequilla
Una cucharadita de harina refinada de maíz
Pimienta
Sal
Para rebozar:
Aceite de oliva abundante
Un huevo batido
Pan rallado

Preparación:
Los mejillones bien limpios los ponemos en una olla con un vaso de agua y una hoja de laurel. En cuanto estén abiertos los retiramos del fuego, los desconchamos y dejamos que enfríen. Yo normalmente para esta preparación los dejo para el día siguiente en la nevera en un cuenco con un film por encima.
Ponemos el aceite en la sartén y añadimos la cebolla muy fina, cuando esté dorada agregamos los mejillones que previamente hemos cortado en pequeños trozos. Yo los corto mejor con tijeras.
Vamos haciendo la bechamel en otro recipiente. Lo primero es diluir la harina refinada en 30 ml de leche. Ponemos la mantequilla en una sartén para que se vaya derritiendo y añadiremos la harina dándole vueltas, cuando haya obtenido una coloración dorada agregamos los 120 ml de leche sin parar de remover. En cuanto la mezcla sea homogénea añadimos el agua de mejillón, la nata líquida y la disolución que tenemos de leche y harina refinada.


Después de añadir los mejillones removemos y vertemos en un recipiente donde tendrá que enfriar la mezcla.
Lo dejamos reposar para que cuaje bien, y mejor moldearlas al día siguiente.


Cogemos pequeñas porciones de nuestro preparado y lo pasamos por el huevo y el pan rallado para el rebozado. Las freímos en abundante aceite y listas para degustar. Lo bueno de las croquetas es que puedes darles la forma que más te guste, alargadas, de mayor o menor tamaño... a mí me gustan redondas y pequeñitas. Porque son un bocado diminuto pero en el que se concentra un gran sabor. 

Mamás, hoy, y siempre, dejad que os mimen. Os lo merecéis.


@Blogdemejillon