Verano. Esta receta que hoy os traigo me recuerda al verano. A la cocina, a ciertas personas.
Marinela no tiene ningún parentesco conmigo, pero como si lo tuviera. Nuestras familias pueden presumir de una relación de más de dos décadas y esta unión hace que ambas familias disfruten de los logros y victorias de la otra como si fuesen suyos. Las circunstancias nos han obligado a alejarnos, a no vernos con la frecuencia de antaño. Atrás han quedado los veranos de una casa repleta de gente, de buenos momentos y mejor compañía. Los pequeños han dejado de serlo y los mayores siguen mirándolos con el mismo orgullo.
Ya no somos los mismos, algunos se han ido dejando en su lugar un profundo vacío, pero también una enorme lista de anécdotas y vivencias diversas que jamás se borrarán. Otros han llegado, trayendo con ellos la alegría, las enseñanzas constantes de los más pequeños de la casa. Otros seguimos, llorando la ida de los primeros, celebrando la llegada de los segundos con el mismo cariño, como si las dos familias se fundiesen en esos momentos en una sola. En la misma.
Y aún ahora, de vez en cuando, todavía existe una llamada, una visita, una felicitación, una reunión en torno a una mesa para comer, charlar y descubrir que las amistades no envejecen por mucho que pase el tiempo.
En nuestra relación la cocina tiene un papel importante: los mejillones tigres, la empanada, las sardinas...Hoy os traigo una de ellas: Un arroz al cava con mejillones para chuparse los dedos.
Marinela no tiene ningún parentesco conmigo, pero como si lo tuviera. Nuestras familias pueden presumir de una relación de más de dos décadas y esta unión hace que ambas familias disfruten de los logros y victorias de la otra como si fuesen suyos. Las circunstancias nos han obligado a alejarnos, a no vernos con la frecuencia de antaño. Atrás han quedado los veranos de una casa repleta de gente, de buenos momentos y mejor compañía. Los pequeños han dejado de serlo y los mayores siguen mirándolos con el mismo orgullo.
Ya no somos los mismos, algunos se han ido dejando en su lugar un profundo vacío, pero también una enorme lista de anécdotas y vivencias diversas que jamás se borrarán. Otros han llegado, trayendo con ellos la alegría, las enseñanzas constantes de los más pequeños de la casa. Otros seguimos, llorando la ida de los primeros, celebrando la llegada de los segundos con el mismo cariño, como si las dos familias se fundiesen en esos momentos en una sola. En la misma.
Y aún ahora, de vez en cuando, todavía existe una llamada, una visita, una felicitación, una reunión en torno a una mesa para comer, charlar y descubrir que las amistades no envejecen por mucho que pase el tiempo.
En nuestra relación la cocina tiene un papel importante: los mejillones tigres, la empanada, las sardinas...Hoy os traigo una de ellas: Un arroz al cava con mejillones para chuparse los dedos.
Porque no hay nada mejor que recordar el pasar de los años al lado de aquellos que te han dado tanto; con los que has vivido tanto.
Ingredientes:
24 mejillones cocidos y desconchados
300 gr de arroz bomba
300 ml de cava brut
300 ml de agua de cocción de mejillón
100 ml de agua
Media cebolla
Un diente de ajo
Perejil
Aceite de oliva
Preparación:
Ponemos en una cazuela el aceite de oliva a calentar y agregamos la cebolla picada junto con el diente de ajo. Cuando la cebolla esté transparente se añade el perejil cortado.
A continuación ponemos los 300 gramos de arroz bomba y los rehogamos. Cuando coja temperatura vertemos los 300 ml de cava brut , los 300 gramos de agua de cocción de los mejillones y 100 ml de agua.
A los 15 minutos de cocción añadimos los mejillones y a los 20-25 minutos retiramos.
Qué mejor preparación para disfrutar de una botella de cava con buena compañía, fácil preparación y un gran resultado.
@Blogdemejillon
Muy rico este arroz, me encantan los mejillones.
ResponderEliminarmicocinayotrascosas.com